CONTEXTO

La “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, con sus 17 ODS, 169 metas y más de 200 indicadores, aborda los desafíos económicos, sociales y ambientales más apremiantes de nuestro mundo actual.

Si bien se trata de un compromiso asumido por los Estados, el sector privado ha sido llamado a contribuir con los ODS, lo que representa una gran oportunidad. Por un lado, es un actor de innegable peso en la dinámica social y económica del siglo XXI. Tiene la capacidad de impulsar el desarrollo económico y social, a través de las inversiones, la generación de empleo, la tecnología y la capacidad innovadora para la búsqueda de soluciones originales y sustentables en articulación con los demás actores. Por otro lado, cada vez resulta más evidente que una visión sustentable del negocio agrega valor y ofrece nuevos caminos de crecimiento a las empresas.

Por su parte, la industria de los hidrocarburos es quien produce gran parte de la energía que nuestras sociedades necesitan actualmente para funcionar. De acuerdo al “World Energy Outlook 2018” de la Agencia Internacional de Energía (AIE), el sector abastece a alrededor del 54% del consumo total a nivel mundial. Asimismo, las principales agencias de energía estiman un constante aumento de la demanda global de alrededor de 35% a 2050.

En este marco, el sector enfrenta un doble desafío que representa, por una parte, abastecer la demanda energética de una población en crecimiento, y por otra, hacerlo mediante energía segura y accesible que incorpore soluciones a la problemática del cambio climático.

Si bien la matriz energética evoluciona para incluir la producción de energía proveniente de fuentes  renovables, los análisis de perspectiva muestran que, aun en un escenario de profunda transformación de la producción y el consumo de energía se espera que en 2050 los hidrocarburos, en especial el gas natural, continúen siendo la principal fuente que impulse el desarrollo económico mundial.

Por otro lado, las energías renovables seguirán siendo más competitivas en muchos mercados y se estima que crecerán de manera significativa para 2050, aunque lo harán desde una participación en la matriz mundial cercana al 2% y en un escenario en el que aún tienen que ser acompañadas por otras energías para garantizar un suministro seguro y continuo.

ODS prioritarios por su potencial

de impacto y contribución

Producir energía para millones de personas todos los días, es la principal contribución que la industria le brinda a los países y a las sociedades. Y a través de esta tarea impulsa no sólo la creación de valor económico y mayores ingresos fiscales, empleo digno y desarrollo de negocios en la cadena de valor, sino que pone a disposición un habilitador fundamental para la calidad de vida diaria de las personas.

La energía es necesaria para encender las luces de una ciudad en cada rincón del país y para que se ponga en marcha la industria. Es vital en un campo repleto de cereales que tienen que ser cosechados y en la cocina de una familia que prepara la cena cada noche. Es fundamental para que una escuela tenga agua potable y calefacción, o para que en un hospital se pueda brindar atención médica. La energía es central para el transporte, para que despeguen los aviones y para que circulen los camiones que trasladan bienes y alimentos a lo largo y a lo ancho de nuestro país.

La vida como la conocemos hoy no podría ser posible sin energía. Y, al mismo tiempo, el sector del petróleo y el gas se encuentra, como nunca antes en su historia, ante desafíos relevantes vinculados al desarrollo sostenible: innovar en tecnologías disruptivas, preservar el ambiente, implementar esfuerzos efectivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, son claves, en este marco. Cómo equilibrar la necesidad de producción creciente de energía que se da a nivel nacional y global con la imprescindible mejora de la eficiencia por una economía más baja en carbono constituye uno de los dilemas centrales de la industria actual. Por esto, una ampliación del acceso a la energía equilibrada con la contribución a la lucha contra el cambio climático se vuelve entonces un eje fundamental de la sostenibilidad de la industria en un marco de operaciones seguras y responsables, más eficientes en el uso de recursos que además construyan valor en conjunto con las comunidades en las que la industria lleva adelante sus actividades.

Durante las últimas décadas, la industria ha trabajado muy enfocada en prevenir y mitigar sus riesgos e impactos, así como en fortalecer sus acciones de Sustentabilidad. Y para adelante cuenta con el compromiso de reforzar el proceso.

En este sentido, si bien todos los ODS son relevantes para las operaciones del sector del petróleo y el gas en distintos grados y hay potencial para contribuir a los 17 ODS, la industria por su propia naturaleza y alcance encuentra oportunidades particularmente fuertes para contribuir previniendo impactos o potenciado sus aportes positivos. De este modo, a partir del análisis de materialidad y reflexión conjunta se realizó un trabajo de priorización, en función del potencial del sector para influir, crear valor a largo plazo e impulsar la transformación de la industria.

Se concluyó entonces que los objetivos relacionados con la energía asequible y confiable (ODS7); las transiciones hacia economías bajas en carbono que abonen a la acción climática (ODS 13), el trabajo decente (ODS 8), la producción sostenible con eficiencia energética y de recursos (ODS 6 y 12) son aquellos donde reconocemos que podemos generar un aporte transformador mayor. Al mismo tiempo el sector fortalece su decisión de impulsar acciones vinculadas con el ODS 5 de equidad de género, el ODS 16 enfocado en organizaciones sólidas, íntegras y transparentes, y el ODS 17 enfocado en las alianzas para generar impacto exponencial.

En este sentido, esta hoja de ruta implica un proceso para comprender mejor la potencial contribución del sector al logro de los ODS. A medida que las empresas avancen en sumarse deberán hacer su propio análisis en base a este marco, para comprender de la manera más cabal cómo su negocio puede generar el mejor impacto.